Seguidores

sábado, 10 de noviembre de 2007

El manto

Ya casi es de noche. El sol, otrora tan brillante, va perdiendo su luz. Es como un guerrero herido, abandonado en el campo de batalla, se va extinguiendo poco a poco, como si se le escapara la vida, vencido por las sombras, oscuras sombras que brillan trinfadoras. Uno también se siente herido por ese manto, por esas tinieblas que se van apoderando de la tierra. Así debe ser el manto de muerte, obscuro... fúnebre.

No hay comentarios: