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jueves, 8 de noviembre de 2007

Descalificación

Se supone que los políticos, Congreso, Senado, Diputación, Ayuntamientos, son elegidos por el pueblo y son sus representantes legítimos. Pero bien, a veces se ensarzan en una serie de descalificaciones, llegando incluso al insulto, hacia el rival político. En esos momentos yo no los considero mis representantes; yo los he colocado ahí para que defiendan al ciudadano, no para que se peleen.
Cuando se ofende a cualquier persona, desde un cargo público, se está ofiendiendo a muchos ciudadanos. Yo no voy a entrar en defensa de Blas Infante, porque la ofensa malintencionada y soez, ensucia más al ofensor que al ofendido.
De lo que sí estoy harto es de que se me considere, como andaluz, un ciudadano de tercera.

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